El espacio natural de Granyena se caracteriza por una combinación de bosques, matorrales y terrenos agrícolas que dan variedad y valor añadido a su valía natural. El paisaje está dominado por la estructura típica de los cultivos herbáceos de secano, con reminiscencias de la vegetación natural originaria en las áreas de mayor relieve a lo largo de los diversos cursos de agua. Es un espacio especialmente interesante para la dispersión de los individuos juveniles del águila perdicera, aunque también acoge fauna ornítica esteparia, como el aguilucho cenizo, el alcaraván, el sisón o la carraca. Por este motivo, se trata de un espacio incluido en la red Natura 2000 exclusivamente como ZEPA para la conservación de las aves.
Es una región biogeográfica de tipo mediterránea, terrestre de tierra baja. Geológicamente formado parte de la Depresión Central Catalana, donde predominan los materiales sedimentarios detríticos (areniscas, margas y lutitas).
FLORA Y VEGETACIÓN
En este espacio, domina el cultivo con áreas en barbecho o abandonadas. Esta agricultura se mezcla con manchas forestales dominadas por el pino carrasco y la encina o el roble valenciano, así como matorrales de romero, especialmente en las laderas de los cursos de agua que atraviesan el espacio. En las hondonadas que tienen suficiente humedad, también se dan algunas formaciones aisladas de ribera, con la presencia de chopos (Populus nigra).
Dispone de 8 hábitats de interés comunitario. Matorrales halonitrófilos (Pegano-Salsoletea); maquias y matorrales con Juniperus spp. arborescentes, no dunares; juncales y herbazales graminoides húmedos, mediterráneos, del Molinio-Holoschoenion; robledales ibéricos de roble (Quercus faginea) y roble (Quercus canariensis); encinares y carrascales; pinares mediterráneos; prados mediterráneos ricos en anuales, basófilos (Thero-Brachypodietalia); alamedas, saucedas y otros bosques de ribera.
AVES (ORNITOLOGÍA)
Espacio de gran interés para las poblaciones de águila perdicera, ya que es un área de dispersión de juveniles de esta especie. También se pueden encontrar algunos ejemplares de alcaraván (Burhinus oedicnemus), de sisón (Tetrax tetrax), de carraca (Coracias garrulus) o de calandria (Melanocorypha calandra).
Además, la configuración en mosaico del espacio permite una buena representación de la avifauna del interior catalán, con presencia de numerosas aves rapaces como el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), el aguilucho cenizo (Cirus pygargus) y el búho real (Bubo bubo). Otra ave de interés es el chotacabras (Caprimulgus europaeus), el hortelano (Emberiza hortulana) y la curruca rabilarga (Sylvia undata).