Es un espacio que ha convivido junto a la historia escrita de nuestras tierras. Testigo fiel del paso del tiempo, es poseedora de una riqueza natural, histórica y cultural a preservar.
Desde la antigüedad hasta las postrimerías del siglo XIX se convirtió en un importante emplazamiento para la gente que buscaba tierras para cultivar y una cierta seguridad, en un territorio muy seco antes de la construcción del canal de Urgell. Es un espacio rico en elementos de carácter histórico, en el que destacan numerosos yacimientos arqueológicos y construcciones de piedra integradas en el entorno natural, que dan al paisaje un carácter humanizado y nos cuentan la historia y la realidad social del territorio en épocas pasadas, de una forma de vivir ligada a la actividad agrícola y ganadera.
En el ámbito paisajístico destaca por su morfología sinuosa; valle anticlinal que lo aísla y el tejido de caminos que la cubren la hace muy propicia para practicar o organizar actividades de ocio y disfrutar de unas vistas extraordinarias. Asimismo, se pueden encontrar de forma excepcional el paso estacional, colinas, amplios cultivos y caminos custodiados por márgenes de piedra.
Es un espacio privilegiado para estudiar la transformación del paisaje y visitar el patrimonio que nos deja la construcción del canal, que radica en todo su conjunto. Desde varios puntos se contemplan las tierras regadas del plan y la ribera del Sió, al tiempo que se puede observar el paisaje estepario de la sierra.
Desde los pueblos de la Sentiu de Sió, Montgai, Butsènit, Preixens, Agramunt, Castellserà, Penelles y Bellmunt d'Urgell se puede iniciar un itinerario para descubrir la sierra de Bellmunt-Almenara. Encontramos también el pilar de Almenara, punto donde nace la primera acequia del canal de Urgell, a 3 km de Castellserà en dirección a Preixens.
FLORA Y VEGETACIÓN
La vegetación potencial de esta zona corresponde al carrascal, bosque formado principalmente por la encina carrasca.
En general, el carrascal se encuentra muy degradado. El bosque de la sierra de Bellmunt y de Almenara son los menos alterados. Se trata de una comunidad muy pobre en especies, entre las que podemos destacar la Lonicera etrusca y el enebro.
El coscojal o garriga: la lenta degradación del carrascal conllevaría, sobre todo en los lugares más secos y soleados, la instalación del coscojar o garriga, una maleza dominada por coscoja o coscoja, arbusto que en nuestro caso suele medir poco más de un metro de altura.
En cuanto a la composición florística de esta asociación, están presentes una cantidad variable de especies, entre las que destacamos el espino negro.
Las malezas: según la naturaleza del sustrato, distinguimos dos tipos de malezas: las calcícolas, representadas por la romeral y maldita, y las que se hacen en terrenos yesosos, la maleza de albada y ruac.
Las matorrales arbolados, ubicadas en algunos puntos de la sierra Larga y entre Bellcaire d'Urgell y la Sentiu de Sió, son fruto de las plantaciones de pino blanco efectuadas hace unos años.
En los lugares yesosos, los espacios que dejan los arbustos que forman los matorrales y tomillares presentan un importante recubrimiento liquénica de tipo crustaciterrícola.
Los prados terofíticos: en numerosos puntos, la degradación de los carrascales, coscojares y malezas ha reducido casi al mínimo la expresión de sus representados típicos, cediendo su liderato en el listón. En las laderas sur y sobre suelos argilollimosos se pueden hacer, de manera muy fragmentaria, los espartales.
La vegetación nitrófila: en sustratos arcillosos y alterados, como ocurre en el pie de algunos cerros, se desarrolla el caramillo con Artemisia herba-alba.
Los sembrados de secano (sobre todo la cebada), el cultivos que más abundan en nuestra zona, las malas hierbas de los agricultores, lógicamente bien afectada por el uso de los herbicidas, lo que hace que el conjunto de plantas ocupen casi siempre los márgenes. El grueso de la composición florística de esta comunidad, un verdadero mosaico de rojos, amarillos y verdes.
FAUNA
La fauna de la sierra comprende varias especies de distribución pirenaica que realizan incursiones, como el gato montés, el tejón y el jabalí. Sin embargo, los mamíferos más comunes en la zona son el zorro, la comadreja, el conejo, la liebre, el jabalí, el erizo africano, el topo, el lirón común, los ratones de campo, las musarañas y el ardilla (en los claros arbolados).
Cabe destacar también la presencia de reptiles, como el lagarto ocelado, la culebra bastarda, culebra, la víbora hocicuda, el lución, el dragón y varias especies de lagartijas (especialmente abundante es la lagartija cola larga).
Los anfibios cuentan con pocos representantes. Los más comunes son el sapo corredor y la rana.
También es importante resaltar la presencia de dos invertebrados interesantes: el escorpión, que es muy abundante en la sierra, y la tarántula, que construye unos madrigueras cilíndricos rodeados por vegetación que son fácilmente observables.
AVES (ORNITOLOGÍA)
La importancia faunística de esta zona, sin embargo, viene dada por las aves esteparias que hacen de la sierra de Bellmunt-Almenara un punto de interés ornitológico de primer orden. Estas aves, normalmente de coloraciones crípticas y de costumbres, suelen hacer el nido en el suelo, y algunas de ellas tienen espectaculares danzas de apareamiento. Entre estas aves destacan el sisón o pato de secano, el alcaraván, la calandria, el aguilucho cenizo, la carraca, el triguero y la perdiz roja.
La sierra de Bellmunt-Almenara se considera un ambiente pseudoestépicos, formado en gran parte por la acción del hombre durante cientos de años mediante el cultivo extensivo de cereales y frutales de secano, el pastoreo, etc.
La gran proliferación de los riegos, que han reducido notablemente las zonas de secano, así como el uso generalizado de los fertilizantes y la mejora de la mecanización agrícola, que han hecho disminuir los barbechos de las zonas pseudoestépicas, han acabado desembocando en la pérdida de hábitats de estas aves, y han dado lugar a la extinción de algunas especies y la reducción en el número de ejemplares de muchas otras.
Es dentro de este contexto que la sierra de Bellmunt-Almenara se convierte en un espacio de gran importancia para la conservación de estas aves y se convierte en un espacio con un alto interés ornitológico.
También encontramos muchas aves rapaces, tales como el milano real, el milano negro, el ratonero, el aguilucho lagunero, el cernícalo, el alcotán, el buitre común, el águila real, el alimoche y muchos otros. Algunos de estos rapaces son venidos desde las zonas de montaña en busca de alimento mientras que los hay que usan este territorio durante su estadio juvenil.