Aiguabarreig Segre-Noguera Ribagorçana

El espacio natural del Aiguabarreig Segre Noguera Ribagorzana se convierte en un oasis en medio de la llanura agrícola del Segrià. Se trata de un buen ejemplo de la morfología de los ríos pirenaicos, un gran representante de los sistemas fluviales.

Se trata de un espacio esencialmente fluvial que engloba la confluencia de los ríos Segre y Noguera Ribagorzana. Junto con la confluencia de los ríos Segre y Cinca se constituye como uno de los mejores representantes de los ecosistemas fluviales de Ponent. La confluencia de estos dos ríos aporta un fuerte contraste tanto de paisaje, como desde el punto de vista de los ambientes naturales que están presentes en la llanura del Segrià. El contraste del agua con las tierras de secano que rodean la confluencia conforma un mosaico de colores que va del azul al amarillo, pasando por el verde de los bosques de ribera, especialmente bien conservados en el Noguera Ribagorzana, considerada uno de los excelentes representantes de la vegetación de ribera de la Cataluña occidental con una importante penetración de plantas eurosiberianas.

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El contraste cromático entre las tierras áridas que rodean la confluencia y el agua de los dos ríos hacen de este espacio un lugar singular y expuesto a los cambios derivados de la regulación de los ríos y las obras hidráulicas que afectan a la fauna que habita.

El espacio conserva y representa muy bien la vegetación de ribera de las Terres de Ponent e incluye plantas eurosiberianas que penetran dentro de la plana de Lleida. Los bosques de ribera engloban un buen número de especies faunísticas interesantes tanto de invertebrados como de vertebrados, especialmente pájaros, que se refugian o se reproducen.

FLORA Y VEGETACIÓN

Uno de los elementos más abundantes de este espacio son los bosques de ribera situados en los bordes de la Noguera Ribagorzana, que representan muy bien la vegetación de ribera de la Cataluña occidental.

La red fluvial permite también la presencia de especies típicamente eurosiberianas (Equisetum arvense, Ranunculus repens), que sorprenden en este contexto tan marcadamente mediterráneo. Los bosques de ribera más frecuentes son las saucedas y las alamedas (Populetalia albae), así como las formaciones de aliso (Alnus glutinosa), estas últimas de influencia eurosiberiana. Otros ambientes destacables son los cañaverales turbosos basófilos dominados por mansiega (Cladium mariscus), catalogados como hábitats de interés comunitario prioritario, y juncales mediterráneas (Molinio-Holoschoenion).

Los ambientes acuáticos de este espacio contienen especies como Scirpus lacustris, Zanichelli palustris, Potamogeton densus, o Potamogeton crispus.

FAUNA

Los ecosistemas acuáticos guardan una rica fauna invertebrada propia de los cursos medios de los ríos.

El espacio es muy interesante desde el punto de vista de la diversidad de mamíferos: podemos encontrar la gineta (Genetta genetta), la garduña (Martes foina), la comadreja (Mustela nivalis), el tejón (Meles meles) y el jabalí , que ha encontrado un interesante punto de reproducción y refugio en esta área de la plana de Lleida. También está presente la nutria (Lutra lutra) y la rata de agua (Arvicola sapidus).

El espacio también es importante para las aves migratorias que utilizan las riberas de los ríos como refugio y punto de reposo. Asimismo, resulta un espacio de alimentación interesante para la cigüeña blanca (Ciconia ciconia).

Algunas especies de pájaros encuentran muy buenos ambientes de reproducción en la vegetación de ribera y palustre. Así pues, se reúnen la garza imperial (Ardea purpurea), el martinete (Nycticorax nycticorax), el alción (Alcedo atthis) y el tejedor (Remiz pendulinus).

Durante el periodo invernal, el cormorán (Phalacrocorax carbo) encuentra un interesante refugio.

Los poblamientos de peces son una buena muestra de la fauna mediterránea ibérica de curso bajo con elementos de origen europeo. El espacio engloba algunos elementos interesantes, como la madrilla (Chondrostoma toxostoma).