El punto más emblemático es la colina dels Bessons, formado por dos puntas alineadas en dirección norte-sur y de la misma altura (594m), mucho mayor que la del resto de colinas del macizo: Els Marquesos (655,9m), que es el techo de la región, La Punta del Pouet (654,5m) y el Tossal del Xiveta (632,8m).
Hay que tener en cuenta la gran presencia de vegetación natural en las laderas de las colinas, mayormente matorrales y coscojas (Quercus coccifera), pero también fragmentos de carrascal y bosquina de blanquillo (Pinus halepensis). La conservación de estos mantos continuos de vegetación natural contrastan con las llanuras, cultivadas, principalmente, con cultivos de secano: vid, olivo, almendro y cebada.
Por toda la zona se encuentran construcciones de piedra seca en todas sus modalidades (márgenes, cabanes de volta, cabañas de teja, aljibes, cisternas, etc.), que durante el siglo XIX y hasta mediados del siglo XX ayudaron a los campesinos a convertir los terrenos en cultivables y a hacerles la vida un poco más fácil.
FLORA Y VEGETACIÓN
Biogeográficamente, la Serra dels Bessons se encuentra en una zona de confluencia de la subregión continental con la subregión mediterránea meridional. Por eso, las especies vegetales presentes son la carrasca (Quercus ilex rotundifolia), la coscoja y la corona de fraile (Globlaria alypum), entre otras.
También encontramos especies de distribución más restringida, propias de la subregión mediterránea meridional, como, por ejemplo, la retama de flor (Spartium junceum) y el garbancillo de conejo (Ononis tridentata).
Además, también hay especies de la región eurosiberiana, concretamente, submediterráneas. Corresponde a la vegetación típica de las robledas secas, donde encontramos el roble carrasqueño (Quercus faginea) y el espantalobos (Colutea arborescens).
Como ya hemos comentado, los matorrales calcícolas ocupan una gran parte del territorio y son dominados por el romero (Rosmarinus officinalis), la cantilagua (Linum tenuifolium) con romerina (Cistus clusii). Junto con los matorrales, el carrascal caracteriza las cubiertas vegetales de este espacio natural. Los pequeños fragmentos de prados presentes en las zonas de suelos más pobres son cualificados como hábitat de interés comunitario, ya que contienen una rica y variada flora de especies herbáceas anuales (Brachypodium retusum, Phlomis lychnitis, Ruta graveolens, etc.).
FAUNA
Los mamíferos están representados por los insectívoros: el erizo europeo, el erizo moruno, musaraña; roedores: el lirón común, el ratón de campo, la rata común, el ratón mediterráneo, el topillo i la ardilla. En el caso de los mustélidos, encontramos: la comadreja común (Mustela nivalis), la garduña (Martes foina) y el hurón (Mustela putorios furo). Abundan los zorros y los jabalíes y, últimamente, se ha detectado la presencia de corzos. En la actualidad, el conejo vuelve a ser abundante.
Finalmente, se constata la presencia del murciélago común (Pipistrellus pipistrellus) y una colonia de murciélagos pequeños de herradura (Rhinolophus hipposideros), una especie protegida cualificada como casi amenazada. Si hablamos de los réptiles, hay que nombrar el lagarto ocelado (Timon lepidus), una especie frecuente.
AVES (ORNITOLOGÍA)
Este paisaje vegetal agroforestal, muy abierto, con vegetación baja y arbustiva intercalada con cultivos de secano, favorece la abundancia de perdices, y, sobretodo, conejos, ambos presas de aves rapaces diurnas, como el ratonero común (Buteo buteo), y nocturnas, como el búho real (Bubo bubo), la lechuza común (Tyto alba), el cárabo común (Strix aluco) y el búho chico (Asio otus).
Además, es una zona de dispersión de individuos jóvenes de la amenazada águila perdicera (Aquila fasciata) y águila real (Aquila chrysaetos) procedentes de las Serraladas Litoral y Prelitoral y de otras zonas mediterranias de la península Ibérica y del sud de Francia, donde nidifican en acantilados.
Aunque no se trata de una zona estrictamente esteparia, nidifican varias aves esteparias, como son el alcaraván común (Burhinus oedicnemus), la carraca europea (Coracias garrulus), la paloma zurita (Columba oenas), el críalo europeo (Clamatur glandarius), la collalba rubia (Oenanthe hispanica), la perdiz roja (Alectoris rufa) y, más raramente, la collalba negra (Oenanthe leucura).