Ya en la Ley de espacios naturales de 1985 se consideró que los secanos del Segrià y Utxesa debían formar parte de los espacios naturales de Cataluña. En 1990 se declara reserva natural de fauna salvaje toda la lámina de agua, aproximadamente 260 ha, y se incluye en el catálogo de las zonas húmedas de Cataluña, ya que es una de las más importantes. Forma parte del Plan de espacios de interés natural de Cataluña y de la Red Natura 2000.
El área embalsada sirve de nivel de regulación del canal de Seròs. Este canal lleva agua del río Segre y comienza al norte de Lleida. Tiene un recorrido de 27 km hasta la toma de Carratalá, al término de Aitona, donde está la central hidroeléctrica de Seròs, en la que las aguas vuelven a incorporarse al Segre.
Es un espacio en el que confluyen un gran conjunto de usos, de los que cabe destacar los lúdicos y los científicos. Utxesa está habilitado para hacer recorridos en bici, a pie, corriendo, a caballo, etc., tanto para expertos como para aficionados y grupos familiares, dado que es un terreno muy plano y asequible, ideal para todas las edades. Encuentran rincones muy interesantes que atraen observadores y fotógrafos de todo, ya sean amantes del paisaje y la naturaleza en general o científicos expertos. Cabe destacar la importancia científica de la existencia de algunos hábitats y especies, tanto de flora como de fauna. Esto hace que sea un espacio muy adecuado y usado para la observación, el aprendizaje y el estudio en general de diferentes aspectos de la naturaleza, y en especial de la ornitología.
A Utxesa uno de los usos lúdicos más importantes y que hay que destacar es la pesca sin muerte, dado que se trata de un refugio de pesca. Se realizan diferentes concursos, pero, aparte, es un lugar ideal para ir a pasar un día de pesca relajante con la familia o amigos.
FLORA Y VEGETACIÓN
El espacio presenta una representación de la unidad de vegetación caracterizada por maquias de coscoja y espino negro, propia de las llanuras occidentales catalanas, a pesar de que se encuentran degradadas y sustituidas en parte por matorrales, páramos y lastonares. Al pie de los valles, y vinculados a las proximidades del agua de las colas del embalse, se forman suelos salinos que llevan una rica vegetación halófila; una de las más completas, sin duda, de las representadas en los espacios interiores del espacio natural. Las comunidades halófilas son representadas por salicorniares herbáceos, con algunos poblamientos de tamariscos y comunidades de limoniums, ricas en especies raras o endémicas.
Las comunidades más características de este paisaje son, sin embargo, los páramos de listón y los espartales. Preservados de la actividad agrícola, se conservan pequeños recortes de estos interesantes páramos esteparios provenientes de las llanuras del Ebro. Las áreas más nitrogenadas son cubiertas por caramillo con Artemisia herba-alba. Estas comunidades son dominadas totalmente por las plantas mediterráneas y cuentan con la presencia de algunas rarezas florísticas mediterráneas esteparias.
El embalse, con aguas de carácter eutrófico y con muchos materiales en suspensión, sostiene poblamientos de hidrófitos sumergidos y flotantes, que constituyen el hábitat de numerosos invertebrados acuáticos. Los márgenes son cubiertos por una vegetación helofítica densa y bien conservada que permite la vida de numerosas aves acuáticas. Esta vegetación de ribera, propia de zonas húmedas y pantanosas, es una característica inigualable en un territorio de carácter pseudoestepari. Los carrizales y los juncales se reparten el espacio dentro del agua con otras comunidades de los ambientes húmedos que aparecen de forma más aislada y espontánea.
Los bosques de ribera aparecen muy fragmentados y están acompañados por herbazales higrófilos y céspedes pisoteadas. Los márgenes de las corrientes de agua albergan una flora muy rica y permiten la penetración en estas tierras secas de las únicas plantas eurosiberianas que pueden vivir.
FAUNA
La singular situación de este lugar húmedo en las llanuras occidentales catalanas determina la presencia de poblamientos faunísticos de elevado interés. La fauna ictiológica del embalse de Utxesa es compuesta por sólo tres especies autóctonas: el barbo, la madrilla y el bagre, todas ellas en claro declive; y hasta 6 especies introducidas.
En cuanto a los mamíferos, hay que destacar la presencia de la nutria y del murciélago de herradura mediterráneo. Entre los anfibios y reptiles destacan, entre otras, las galápagos leprosos, de estaño y mediterránea. Pero, a pesar de ser las más aparentes, no son las únicas relevantes; un buen número de invertebrados como mariposas, libélulas y caballitos del diablo también son muy interesantes en la zona.
Utxesa es uno de los enclaves de la Cataluña interior que presenta un mayor interés ornítica. Los hábitats característicos de las zonas húmedas de Utxesa son un refugio único para más de 200 especies de aves, entre migratorias y residentes.
AVES (ORNITOLOGÍA)
Cabe destacar la importancia del espacio para las aves ligadas al carrizal, por lo que ha sido considerada como una de las 23 localidades más importantes en Cataluña de estos tipos de aves y, específicamente, la más importante para el carbonero de bigotes, el palustre ibérico y el carricerín real. También nidifican otras especies de carrizal interesantes, como el carricero común, el carricero tordal, el buitrón y el ruiseñor bastardo.
En esta zona húmeda nidifican algunas especies de ardeidos como la garza imperial y blanco, el buscarla común, la garza real y los martinetes blanco, pequeño o de noche. También es un punto de parada en paso migratorio e invernada de numerosas especies de patos y nidifican el rascón, la polla de agua, la focha y el zampullín. Entre las rapaces que nidifican en el espacio, hay que destacar el milano negro y, especialmente, el aguilucho, por lo que acoge la mayor parte de la población de Cataluña de esta especie.
Las características del espacio, con un puñado de hábitats formando un gran mosaico, da lugar a una variedad de especies muy relevante, de las que cabe destacar: el duque, el chotacabras pardo, el chotacabras, el búho, el lechuza, las águilas dorada, calzada y culebrera, el milano real (con un dormidero que representa la quinta concentración de individuos más grande de Europa), los halcones como el peregrino y el carricerín real, el cernícalo común, el abejaruco, la carraca, el alcaraván, el martín pescador, la calandria, la terrera común, la cogujada oscura, lo encontrado, la collalba rubia, la paloma zurita y la chova piquirroja, por citar algunas. En conjunto, hacen del espacio natural de los secanos del Segrià y Utxesa alrededores ornitológica de obligada visita en diferentes épocas del año.