La cresta de la Serra de la Llena tiene la máxima cota a levante: la Punta del Curull, también conocida como la Tossa del Quico, es el punto más elevado de la Serra de la Llena y techo comarcal de les Garrigues, con 1.021,9 m. Otras cumbres de esta sierra son la peña Alta (1.015 m), la Punta del General (924 m) y la Punta de Viern (904 m).
Repartidos por toda la umbría hay varios barrancos poco profundos, el único que lleva agua todo el año de los cuales es el de Sant Miquel, que da origen al río Set.
La ermita de San Miquel de la Tosca se encuentra en el suroeste del Vilosell, en el umbral con la Pobla de Cérvoles, enclavada al pie de la Serra de la Llena, en un bonito paraje frondoso y sombrío, a poco más de 700 metros de altitud. Todo el ermitorio se ubica en la cabecera del río Set, el cual nace de 7 fuentes que brotan de la montaña.
FLORA Y VEGETACIÓN
Aunque esta sierra entra en contacto con las montañas de Prades por el sector del Paraje Natural del Bosque de Poblet, en cuanto a la vegetación y en la geología comparte más cosas con el Montsant, del que queda separado por el río homónimo. Para empezar, la disposición norte-sur: las vertientes norte de ambas sierras presentan una vegetación más lozana y rica, formada por encinas carrascas, pinos albares, pinos blancos y algún quejigo escaso; es la umbría húmeda y de suelos ricos y profundos. Por el contrario, las laderas sur presentan una vegetación más empobrecida, pinares de pino blanco ralas y malezas calcícolas, condicionadas por su situación solana y la influencia de otro tipo de vientos. Además, estas vertientes del sur están formados por importantes riscos: la Punta del Curull, el cuello del Abellar, la peña Alta y todos los riscos de la Llena equivaldrían a la sierra Major del Montsant. Son los mismos acantilados de roca conglomerada caliza, alternados con capas de margas, areniscas y lutitas.
FAUNA
La fauna presente en la sierra de la Llena es la propia de los ambientes forestales mediterráneos, aunque por sus características fisiográficas es un lugar de superposición de elementos faunísticos de tipo pirenaico y centroeuropeo con elementos norteafricanos.
Las comunidades de predadores son bien constituidas y sus representantes, bastante abundantes: garduña, jineta, tejón, zorro, etc. Entre los mamíferos típicos de los bosques, hay que señalar la presencia de la musaraña pequeña, como elemento aislado de las poblaciones europeas y que constituye un ejemplo de área de distribución rota debido al retroceso de las glaciaciones.
La fauna cavernícola de las cavidades kársticas, rica en endemismos, presenta un excepcional interés faunístico y biogeográfico con especies muy antiguas refugiadas al dominio hipogeo y no presenta, en gran parte de los casos, parientes próximos epígeos. También es un área de invernada para el murciélago de cueva, con poblaciones de alta densidad.
Por su diversidad y singularidad, cabe destacar varios grupos de invertebrados: coleópteros, miriápodos, moluscos, lepidópteros y heterópteros. Son muchas las especies raras o endémicas que tienen refugio en estas montañas.
AVES (ORNITOLOGÍA)
Los pájaros de las tierras frías tienen en la Serra de la Llena un lugar de invernada propicio: el reyezuelo, el acentor común, el acentor alpino, el mirlo de pecho blanco, el lúgano, etc. Así pues, es un área importante de nidificación, donde confluyen especies mediterráneas y otras de septentrionales que encuentran uno de sus límites meridionales, como el trepador azul. Por otra parte, también se encuentran elementos ornítica de montaña asociados a la conífera, como el piquituerto. En las zonas rupícolas y con menos vegetación está el collalba negra.
Desde los pueblos del Vilosell y La Pobla de Cérvoles parten varias rutas señalizadas que recorren los parajes y rincones de la sierra de la Llena y áreas próximas. Algunos recorridos siguen senderos que suben progresivamente hasta la cresta de la sierra, desde donde se puede acceder fácilmente hasta los diversos picos existentes.
Cabe destacar la punta del Curull, una excelente atalaya, donde puede disfrutar de una panorámica magnífica de la llanura leridana, de la Conca de Barberà, de las sierras prepirenaicas y los Pirineos y de buena parte de la mitad sur de la cordillera Prelitoral catalana, en concreto, de las sierras de Prades, del Montsant, de Llaberia y de Tivissa, entre otros. En un día claro, también se puede distinguir la montaña de Montserrat.
Otro acceso al espacio es la ermita de San Miquel de la Tosca. Para acceder en vehículo, desde El Vilosell seguir por la carretera LP-7013 en dirección a La Pobla de Cérvoles. En una curva pronunciada, a 1,3 km, parte un camino de tierra que accede a este bonito paraje (distancia total de 3,4 km).
También puede accederse a pie, por una ruta señalizada que parte de la plaza de San Sebastián y pasa por el Crucificado. Al llegar a la balsa y la fuente del crucificado, hay que seguir por un sendero que se adentra por el bosque, al pie de la sierra de la Llena, hasta llegar a la ermita de San Miquel de la Tosca y entonces hay subir por un sendero (distancia total de 3,7 km en total).